Este proyecto consistió en la reforma integral de una casa de pueblo con más de un siglo de antigüedad en Alfara de la Baronia, un pequeño municipio del interior de Valencia. El encargo de un cliente particular buscaba transformar la antigua vivienda en un refugio vacacional tranquilo y funcional, respetando la esencia de la casa tradicional.

La vivienda original presentaba importantes problemas de humedades y una distribución fragmentada propia de su época. Conservaba, sin embargo, valiosos elementos como los pavimentos hidráulicos de distintos motivos, que fueron cuidadosamente recuperados y recolocados en las estancias principales.

Con una superficie de 195 m² y un patio de 134 m², el proyecto reorganizó por completo los usos: la planta baja quedó destinada a zonas de esparcimiento con cocina, salón, salitas y baño, vinculadas directamente al patio trasero. Este espacio, antiguamente usado como corral y trastero, se convirtió en el corazón de la casa, con una zona cubierta y un paellero para reuniones familiares y comidas al aire libre.

En la planta primera, se demolió un falso techo muy bajo y se descubrió la altura total bajo la cubierta a dos aguas, ganando amplitud y luminosidad. La nueva distribución eliminó pasillos, organizando los dormitorios en torno a un espacio central pensado como sala de lectura, estudio o zona de juegos.

Los materiales tradicionales tuvieron un papel protagonista: los pavimentos hidráulicos recuperados, las viguetas de madera vistas restauradas y los muros ventilados que permitieron resolver las humedades. Todo ello combinando el carácter original de la vivienda con un diseño contemporáneo y funcional.

El mayor reto del proyecto fue la recuperación e integración de los suelos hidráulicos en las nuevas estancias, logrando que la casa mantuviera su identidad histórica mientras se adaptaba a las necesidades de una vida moderna.